Las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) son dispositivos pequeños pero sofisticados que desempeñan un papel fundamental en la trazabilidad y digitalización de procesos en diversos sectores.
- Composición de las Etiquetas RFID:
- Chip (Transpondedor): Este componente almacena información específica sobre el objeto o producto al que está adherido. Puede contener datos como números de serie, fechas de fabricación, códigos de barras, entre otros.
- Antena: La antena permite la comunicación inalámbrica entre la etiqueta y el lector. Es a través de esta antena que se transmiten las señales de radiofrecuencia.
- Substrato de Soporte: Es la base física que sostiene el chip y la antena. Puede ser de papel, plástico o material similar.
- Adhesivo: Permite que la etiqueta se adhiera al objeto que se desea identificar.
- Funcionamiento:
- Las etiquetas RFID almacenan datos en su chip.
- Cuando se exponen a una señal de radiofrecuencia emitida por un lector RFID, la antena recoge la energía y activa el chip.
- El chip responde transmitiendo la información almacenada al lector.
- Aplicaciones Comunes:
- Gestión de Inventarios: Las etiquetas RFID permiten un seguimiento preciso de los productos en almacenes y tiendas. Facilitan la reposición y la clasificación de la mercancía.
- Control de Acceso: Se utilizan en tarjetas de acceso a edificios o eventos.
- Logística y Cadena de Suministro: Ayudan a rastrear productos desde el proveedor hasta el punto de venta.
- Transporte y Logística de Equipaje: Etiquetas RFID en maletas y paquetes para seguimiento automatizado.
- Industria Farmacéutica y Salud: Para el seguimiento de medicamentos y equipos médicos.
- Automatización de Procesos Industriales: En fábricas y líneas de producción.
- Ventajas: